Por Despeinada
– Por Dios mujer que estás exagerando
-Exagerando un cuerno. Y deja de gritar que los vecinos se van a enterar de todo
-Julieta, dile a tu madre que sea lógica y que me deje entrar.
-Nahhh, a mí no me metas. Dí que la convencí de no cambiar las cerraduras. Pero no creas que estoy de tu lado.
-¿También tu? Bastante drama para algo sin importancia. Mujeres al fin.
-¿Drama? ¡¿DRAMA?! etiquetas como drama a la pérdida de confianza, que es la base de nuestro matrimonio, porque querido, el sexo dejó de serlo hace años.
-Emilia, estoy hasta el copete de tus altibajos hormonales, que lo sepas.
-Claaaaaro, hace años era culpa de “mis días”, ahora todo se lo achacas a la menopausia. Debí divorciarme cuando aún tenía el cuerpo para conseguirme a otro.
-O La cabeza
-¡¡¡NO MURMURES!!!! SABES QUE ODIO QUE MURMURES. Sé hombre, habla de frente.
-Mujer, vamos a calmarnos. Ya es tarde y podemos discutirlo adentro. Demasiado lío por un pedazo de pastel.
-Te dije un millón de veces lo importante que era ese concurso para mí. 2 días preparando el pastel perfecto. Y te conozco, sabía que ibas a querer y te hice otro para que no metieras mano en el que iba a llevarme. Pero noooooo, el señor, además de zamparse todo su pastel, tenía que probar el otro.
-¿De qué me hablas? Había un sólo pastel en la nevera. Dijiste que podía comer todo lo que quisiera y sólo tomé una rebanada.
-¡DEL PASTEL DE LA MESA! Podías comer todo el pastel de la mesa si quisieras, pero no del de la nevera.
-En la mesa no había ningún pastel.
-¡NO ME LLAMES LOCA! Te dejé uno completo en la mesa. Y ya no está.
-Pues yo ni lo he visto, mucho menos probado
-Mamá, deja a Papá entrar, el pastel de la mesa se lo llevé yo a Julio ésta mañana, pensé que era un pastel sobrante.
-Niña, me vas a matar un día de éstos. anda ábrele a tu padre y dale una rebanada de pastel, me ha dado un dolor de cabeza y voy a dormir.
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