29 de agosto de 1997
Querido diario:
Últimamente los días han perdido su sentido y su lógica. Siento que la cabeza me va a estallar.
Me siento solo y olvidado de mis amigos. Ya no como ni duermo y las horas y los días a veces corren en sentido inverso.
Lo único certero en mi cabeza es el nombre de una mujer que no me deja pensar en otra cosa. Lo tengo grabado a fuego y se ha vuelto mi obsesión.
Para ella no soy nadie pero sin embargo ella lo es todo para mí. Me va la vida en ello.
La busqué por todas partes, por todos los rincones.
Nadie me quiere decir nada acerca de su paradero.
Trato sin éxito de pensar en otra cosa, en otras personas, incluso he evaluado en mudarme de ciudad.
He buscado olvidarla en sucios bodegones, buscando pelea con desconocidos y hasta me he enfrentado a la policía sin razón alguna.
Siento que estoy cruzando límites y me estoy volviendo una suerte de autómata.
A veces me siento como un robot con un mandato impreso en su memoria y revestido de humano.
Estoy solo y sufro querido diario.
No siento ni siquiera dolor físico donde refugiarme.
Ojalá algún día pase algo que me cambie la vida, que me lleve a otros rumbos, que todo esto tenga un sentido para mí.
Ojalá querido diario que los días dejen de sucederse sin razón.
Hoy por hoy, no le veo una salida.
Exterminador T-800 modelo 1.0.1
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